Un cuento corto

La claridad recorrió la habitación, cuando los juglares empezaron a relatar las historias, que eran perentorias para empezar la reunión. El tema de la reunión era una variedad de calamidades que venían aconteciendo, desde que Joaquin Rivera decidió expender los terrenos que lindaban con el antiguo cementerio.

Se decía que esos terrenos se guarecían las almas de los muertos que nadie reconocía y que al venderlos y construir en ellas, estas abandonaría su paz y bajarían al pueblo, pero Joaquin Rivera, no le parecía esto un asunto delicado ya que no era supersticioso, con sarcasmo se reía de las historias, pero no podía negar las
desapariciones de los últimos días.

El Juglar mas afable de todos se encargaba de relatar, los diferentes acontecimientos, se hablaba de la desaparición de dos mujeres que atravesaron dichos terrenos y no se les volvió a ver, también de un niño que quedo sordo al escuchar las carcajadas de algún alma en pena, también se habla de un hombre que abandono su familia después de pasar por ese terreno y ver una colosal imagen de un fantasma, se hablaba también de la densa bruma que invadía el lugar en las noches, don Joaquin aunque no era el directo responsable aparecía como un bellaco ante la mirada inquisidora del pueblo.

Don Joaquin, mostrando un poco de nulidad en su entender del asunto, decidió experimentar el mismo pasar una noche en sus tierras, solo en medio de la densa bruma apareció una luz que lo envolvió, lo lleno de gozo y le hizo desaparecer.

Fernando Castro T

4 comentarios sobre “Un cuento corto

  1. Je,gran cuento corto, ¿tal vez inspirado por cien años de soledad?.Da lata imaginar a donde lo desaparecieron 🙂

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