Carta abierta a Margarita Martínez Escallón, directora del documental La negociación.

Quiero que sepa que mi intención no es menospreciar el trabajo que ha hecho con este documental, por el contrario, me parece un trabajo muy valioso para la historia de Colombia y para el momento político actual. Creo que este tipo de trabajo debe ser altamente difundido en los lugares en donde el conflicto arreció fuertemente y en donde pasó desapercibido. Abogar por esa finalidad es la intención de estas palabras.

Difundir este documental solo en las ciudades principales, en las salas de cine comercial con pocas fechas, es un error bastante grave. Por decirlo de forma extremista, es el mismo error que cometieron las personas encargadas de difundir la campaña por el sí o difundir la importancia del Acuerdo de paz que se realizó en la Habana con las FARC. Los encargados de la campaña del SÍ estaban demasiado preocupados por cosas banales como los derechos de autor, tal como ustedes en este momento, y de este modo, siendo conservadores en la forma de difundir, permitieron que los encargados de la campaña por el NO en el plebiscito fueran mucho más efectivos en su tarea de desinformar al país usando todos los medios posibles, con lo cual lograron lo que lograron.

Quiero decirle que este documental sería de gran ayuda para que las personas de todo el país entiendan la importancia del acuerdo de La Habana y ayuden a defenderlo ante este nuevo gobierno que parece no estar dispuesto a conservarlo y parece querer dar marcha atrás en muchas de las cosas que se lograron con el acuerdo.

Quiero invitarla a usted y a su equipo de trabajo a difundir y publicar este documental en todos los medios posibles. Utilicen una licencia abierta como Creative Commons y permitan así que muchas personas puedan copiar el documental en todos los medios que existen actualmente. En general, los documentales colombianos no llegan a las regiones. Aunque no soy campesino, desde hace unos años vivo en el campo y en el trabajo que he estado haciendo he conocido muchos lugares en donde estos documentales serían muy importantes para que las personas entiendan lo importante que es para ellos mismos que las FARC hayan firmado este acuerdo y que ahora estén tratando de hacer cambios en el país por medio de la política a pesar de la política misma de este país.

Sé que el trabajo de los documentalistas en Colombia es poco reconocido, pero también los invito a ser consecuentes en cuanto a los permisos de reproducción de un material que desde una perspectiva amplia le pertenece a los colombianos. Sabemos por los créditos del documental mismo cómo fueron financiadas su grabación y producción —con recursos públicos y apoyo de ONG’s nacionales e internacionales—, por eso no parece consecuente que reparen en que otras personas quieran difundirlo abiertamente en redes y medios para que llegue a la mayor cantidad de personas y cumpla así una labor formativa del público nacional.

Los invito a liberar el documental y promocionar este trabajo de forma amplia para todos los colombianos y ciudadanos del mundo.

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